8.31.2007

PROSOEMA No. 42 (31/08/2007)

DOS POEMAS

León Felipe



Sé todos los cuentos
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Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen los cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan los cuentos,
que los huesos del hombre los entierran los cuentos,
y que el miedo del hombre...
ha inventado todos los cuentos.
Yo sé muy pocas cosas, es verdad,
pero me he dormido con todos los cuentos...
y sé todos los cuentos...

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La rosa de harina
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Pero el hombre es un niño laborioso y estúpido
que ha hecho del juego una sudorosa jornada.
Ha convertido el palo del tambor
en una azada
y en vez de tocar sobre la tierra una canción de júbilo
se ha puesto a cavarla.
¡Si supiésemos caminar bajo el aplauso de los astros
y hacer un símbolo poético de cada jornada!
Quiero decir que nadie sabe cavar al ritmo del sol
y que nadie ha cortado todavía una espiga
con amor y con gracia.
Ese panadero, por ejemplo, ¿por qué ese panadero
no le pone una rosa de pan blanco a ese mendigo hambriento
en la solapa?

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León Felipe (1884-1968). Poeta español. Adoptó el pseudónimo de León Felipe en sustitución de Felipe Camino Galicia de la Rosa, que es el que le puso la acomodada familia de notario en la que nació.
Tras recibirse como farmacéutico, abandonó la senda tranquila y burguesa, si es que la había tenido, e inició la de caminante de una vida llena de peripecias: la regencia de varias farmacias en pueblos de España, recorriendo a la vez el país como cómico de una compañía de teatro. Su estancia de tres años en la cárcel, convicto de desfalco; su unión fracasada con la peruana Irene Lambarri, residiendo con ella en Barcelona; su vida bohemia en la peor de las pobrezas hacia 1919 en Madrid, cuando iniciaba su obra poética; después, tres años de estancia en Guinea Ecuatorial trabajando como administrador de hospitales; viaje en 1922 a México, con una carta de Alfonso Reyes que habrá de abrirle las puertas del ambiente intelectual mexicano; trabajos de bibliotecario en Veracruz, y de profesor de literatura española en la Universidad de Cornell (EEUU); matrimonio con Berta Gamboa, también profesora; vuelta a España al iniciarse la Guerra Civil, viviendo como militante republicano hasta 1938, en que se exilia definitivamente en México, pasando a ser agregado cultural de la embajada de la República española en el exilio, única reconocida entonces por el gobierno mexicano.
Su obra suele asociarse a la de Whitman, del que fue traductor. Comparte con él el tono enérgico, de proclama y arenga casi religiosa, y el impaciente canto a la libertad de quien tanto la buscó. Tras la nada notoria celebración en 2004 del ciento veinte aniversario de su nacimiento, sigue habiendo partidarios de que se reivindique a León Felipe como un poeta mayor —se atribuye a Juan Ramón Jiménez el veredicto de que no lo es— superando las dificultades que en vida le depararon su independencia de todas las corrientes literarias de la época y su condición de exiliado.
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Información tomada del sitio Wikipedia.