1.19.2007

PROSOEMA No. 13 (19/01/2007)

Dos nuevos libros del Cenamec
PEREZAS Y ARMADILLOS



Rafael Ascanio Vernet




UNA VIDA BOCA ABAJO

LAS PEREZAS SON ANIMALES muy bien adaptados a la vida arbórea y, aunque carecen de una cola prensil como sus vecinos los monos, se mueven con seguridad entre las ramas, gracias a sus largas y curvadas uñas. Estas garras suelen llamar la atención de la gente y dar la impresión de ser unas poderosas armas, hasta el punto que Antonio Caulín dice que “en pies y manos tiene tres uñas largas, blancas y corvas, tan fuertemente tenaces, que animal que cae en sus garras, perece irremisiblemente de hambre, si no puede vencerle…”. Esto no es cierto, ya que las perezas son animales totalmente pacíficos que no “desperdiciarían” sus energías peleando con otro animal, pero sí hace referencia a la fuerza que poseen las perezas en sus largas y afiladas garras, cuya finalidad principal es permitirle mantenerse colgadas en los árboles.
Como una adaptación a estar generalmente colgadas cabeza abajo en los árboles, presentan una curiosa particularidad: su pelaje crece al revés que en la mayoría de los mamíferos, es decir, desde el vientre (la barriga) al dorso (la espalda). Esto les brinda una ventaja para escurrir el agua casi constante de los bosques donde habitan.
Las perezas se encuentran tan bien adaptadas a la vida en los árboles que pocas veces descienden al suelo y, cuando se ven forzadas a bajar de sus moradas aéreas, se mueven con bastante dificultad. Por ello se ven muy expuestas a los peligros de las selvas y pueden ser atrapadas sin problemas por algún depredador.
Las perezas son animales herbívoros que comen principalmente hojas de árboles, aunque algunas especies también ingieren frutos y flores. Como anécdota curiosa, algunos de los antiguos cronistas de la naturaleza del Nuevo Mundo que tuvieron la suerte de ver y estudiar a estos simpáticos animales trataron de averiguar de qué se alimentaban pero, debido a la gran cantidad de horas que pasan durmiendo y a sus lentos movimientos, concluyeron que se alimentaban “del aire…” ¿Te imaginas a un animal que pueda vivir del aire?
Para poder digerir y aprovechar las hojas de los árboles –que son alimentos muy poco energéticos y nutritivos– las perezas han desarrollado un estómago con varios compartimientos, parecido al que tienen las vacas. En esos compartimientos se fermentan las hojas con ayuda de bacterias y protozoarios que viven en su estómago (en simbiosis). Sin embargo, al igual que su modo de vida, su digestión es un proceso lento y puede llevarles mucho tiempo antes de que los alimentos pasen del estómago al intestino delgado.
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LOS ARMADILLOS Y EL HOMBRE


DESDE EL PUNTO DE VISTA médico-sanitario, los armadillos o cachicamos poseen gran importancia, ya que de ellos se obtiene la materia básica para la elaboración de la vacuna contra el mycobacterium leprae o bacilo de Hansen, quien es el agente causal de la enfermedad de la lepra, como lo demostraron las investigaciones de los médicos venezolanos Jacinto Convit y Eleonors Storrs. Además, ellos son reservorios de varias enfermedades como el mal de Chagas, la fiebre amarilla o la malaria, por lo que podrían servir para obtener vacunas contra algunas de estas enfermedades.
La atracción de los seres humanos por los cachicamos ha trascendido las fronteras del continente americano. Así, por ejemplo, en Glasgow existe el Centro Escocés de Conferencias y Exposiciones, al que llaman “El Armadillo”, ya que el arquitecto Norman Foster se inspiró en la forma de nuestros alegres y curiosos amigos.
Adicionalmente, los cachicamos forman parte de las tradiciones de diferentes pueblos. Así, por ejemplo, en Argentina, Bolivia, Chile y Perú construyen un instrumento musical con el caparazón de los armadillos al que llaman “charango”. Los indígenas de Bolivia lo utilizan en rituales mágicos para ejecutar sus venganzas, para lo cual derraman sobre la concha del armadillo azufre molido mezclado con cabellos o suciedad del individuo al que tratan de hacer daño y dicen que el rostro y el cuerpo de la teórica víctima desde ese momento se cubre de granos e, incluso, de escoriaciones.
Los armadillos poseen diferentes depredadores naturales que los matan y consumen, dependiendo del tamaño de la especie de armadillo que se trate, pero parece que los felinos y perros alzados son los principales. Sin embargo, el hombre es su peor enemigo, ya que los persigue para comérselos y, además, destruye sus hábitats. Debido a esto, varias especies se encuentran amenazadas de extinción, como el cuspón o tatú carreta que, además, se encuentra en el apéndice I de la Convención Internacional de las Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre, CITES, lo cual indica que está prohibido su comercio dentro y fuera de su país de origen.
Tú puedes ayudar en la conservación de estos simpáticos y graciosos animales al no comprar nada elaborado con su caparazón; al no comerlos y al difundir entre tus amigos y familiares lo que has aprendido y el cariño que les profesas.
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Rafael Ascanio Vernet es biólogo, egresado de la Universidad Central de Venezuela. Actualmente, termina su doctorado sobre Ecología y Medio Ambiente, en la Universidad Complutense de España. Ha publicado otros seis libros divulgativos sobre diferentes especies de la fauna venezolana: El oso frontino (1996), El cunaguaro (1997), La cotorra margariteña y el ñángaro (1999), Anacondas (2003), El perro de agua gigante (2003) y Los delfines (2003).
CENAMEC son las siglas de la Fundación Centro para el Mejoramiento de la Enseñanza de la Ciencia, entidad adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Educación.
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